El pecado de Sodoma y Gomorra y la Homosexualidad

El pecado de Sodoma y Gomorra y la Homosexualidad

Algunos pro homosexuales afirman que el pecado de Sodoma y Gomorra, motivo de su destrucción, no fue la Homosexualidad. ¿Qué opina usted? Aquí desarrollamos este interesante tema.

Mucho se ha dicho y escrito acerca del pecado de Sodoma y Gomorra, ciudades que Dios destruyó y que algunas personas debaten si el motivo fue o no la homosexualidad. Los muertos, sepultados por siglos de expectación han sido traídos y la historia se ha recreado para saber lo que pasó y el porqué pasó. Nosotros también lo haremos, y seremos objetivos con cada texto que analicemos y cada palabra estudiada. Así que vayamos primeramente a Génesis…

«Aún no se habían acostado, cuando los hombres de la ciudad, los sodomitas, rodearon la casa: jóvenes y ancianos, toda la población, hasta el último. Y gritando a Lot, le dijeron: ¿Dónde están los varones que han venido a ti esta noche? ¡Sácalos para que los conozcamos! Entonces Lot, saliendo a ellos a la entrada, cerró la puerta tras de sí, y exclamó: ¡Por favor, hermanos míos, no hagáis este mal! Mirad, os ruego, tengo dos hijas que no han conocido varón, voy a sacarlas a vosotros ahora y haced con ellas como bien os parezca, pero no hagáis nada a estos varones que han venido a cobijarse bajo mi techo.» (Gn 19:4-8, BTX).

En el pasaje hay un grito que sobresale para su análisis, y es el de los sodomitas. En el verso 5 dice «¿Dónde están los varones que han venido a ti esta noche? ¡Sácalos para que los conozcamos! »

¿Qué significa «conocer»?

Apenas ayer en que leía algunas páginas de internet y sabía de la opinión de algunos respecto a este tema, me detuve en una web de cristianos gays para conocer su punto de vista y validar su postura. Básicamente se enfocaban en este verso y en la palabra hebrea yada que aquí se usa como conozcamos.

Según ellos esta palabra nunca tiene implicación sexual en la Biblia y siempre se entiende como conocer en el sentido social, tener conocimiento de quién es una determinada persona. De ser esto cierto el contexto de Génesis acerca de Sodoma y Gomorra no tendría ninguna implicación sexual, y la homosexualidad no estaría siendo rechazada por Dios como argumento para destruir las ciudades.

Así que nos toca ver lo que significa esta palabra y determinarlo por nosotros mismos su implicación en el pasaje. Según el diccionario de Vine, esta palabra significa principalmente «saber, entender, comprender, conocer», y está escrito unas 1040 veces en la Biblia, de entre las cuales 940 está en hebreo.

Veamos algunos ejemplos de «yada»

Por ejemplo, en Éxodo 3:7 significa oír para conocer: «Luego dijo YHVH: Ciertamente he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he escuchado (yada) su clamor…». Pero en el mismo libro de Génesis tiene un carácter sexual cuando nos dice que «Conoció (yada) Adam a su mujer Eva, y concibió y dio a luz a Caín…». En el mismo libro de Génesis dice: «Y conoció (yada) Caín a su mujer, y concibió, y dio a luz a Enoc….» (Gn 4:17).

Ya que sabemos que esta palabra significa también «relación sexual», la pregunta que nos inquieta es, ¿cómo determinamos en este contexto el significado de la palabra «Conocer»?

El texto clave: las hijas de Lot

La clave está en el ofrecimiento de Lot, quien plantea entregar a sus dos hijas vírgenes. ¿Qué sentido tendría añadir esta cualidad de sus hijas a la hora de ofrecerlas si no se trata de un asunto sexual? De hecho, Para Lot decir que sus hijas son vírgenes utiliza la misma palabra yada, indicando un sentido sexual en el pasaje:

«Mirad, os ruego, tengo dos hijas que no han conocido varón, voy a sacarlas a vosotros ahora y haced con ellas como bien os parezca…»

Esto hace que, aunque la palabra yada significa primordialmente comprender o conocer algo, no hay duda de que en este contexto significa acto sexual.

Veamos algunas opiniones

Me permito hacer eco de las palabras de Thomas E. Schmidt, quien en la página 112 de su libro La Homosexualidad: Compasion y Claridad en el Debate advierte que:

«En el contexto inmediato hay clara evidencia de que los sodomitas eran culpables de pecado sexual. El verbo conocer (yada), aunque se utiliza muy poco en sentido sexual, sí tiene este sentido justo tres versículos después, cuando Lot ofrece a sus hijas «que no han conocido varón» (Gn 19:8). Este mismo verbo es el utilizado en el pasaje tan similar de Jueces (19:22,25) y en este caso el sentido sexual es inequívoco»

El eminente comentarista bíblico, William Barclay nos relata que:

«En hebreo, conocer puede querer decir también tener relación sexual. Se dice, por ejemplo, que Adán conoció a su mujer, y ella concibió y dio a luz a Caín (Génesis 4:1). Lo que los habitantes de Sodoma se proponían era tener relación homosexual con los dos visitantes de Lot – Sodomía, es la palabra que designa tradicionalmente este pecado, y sodomitas a los que lo cometen.»

El famoso apologista Norman Geisler nos cuenta en su libro Respuestas a las Sectas, que

«Lot dice que sus dos hijas vírgenes no han conocido varón (19:8), lo cual es un obvio sentido sexual de la palabra».

Por eso es que el Comentario Bíblico Mundo Hispano nos dice acerca de esta pasaje que «todos los hombres de la ciudad, comunitariamente, van a la casa de Lot con intentos de violencia y perversión sexual para con los hospedados».

Y William McDonald agrega en su comentario: «Lot recibió a los dos ángeles e insistió que se quedaran en su casa esa noche, conociendo bien del peligro que corrían si no aceptaban. Aun así los varones de Sodoma trataron de cometer una violación homosexual contra los visitantes celestiales.»

Así que, más allá de lo que otros quieran objetar, no hay duda que los habitantes de Sodoma querían tener relaciones sexuales con los hombres que estaban hospedados con Lot. ¿Homosexualidad? Sí, ¡y en masa!

Dejemos que Judas nos cuente

En el Nuevo Testamento hay una carta muy breve que tiene un brevísimo comentario a nuestro tema en cuestión. La carta de Judas nos dice en el verso 7 de su único capítulo:

«así como a Sodoma y Gomorra, y las ciudades vecinas, las cuales, de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, sirven como ejemplo al sufrir un castigo de fuego eterno»

Judas nos dice que los habitantes de Sodoma y Gomorra habían fornicado, e ido en vicios contra naturaleza. Esto se traduce de la expresión griega sarkos heteras. El término sarkos viene de sarx, que comúnmente se traduce en la Biblia como «carne» o «cuerpo». Y heretas significa «otro», «diferente» o «distinto», es decir, «carne distinta o diferente».

Fuera del diseño divino

Esta expresión de «carne diferente» nunca trajo discusión alguna, pues siempre se entendió como un acto inadecuado, fuera de lugar, una carne que no corresponde, un cuerpo extraño que no encaja con el que se diseñó. Por eso McDonald escribe en su comentario:

«Los hombres de Sodoma, Gomorra, Adma y Zeboim estaban grandemente adictos a la homosexualidad. El pecado es descrito aquí como habiendo … ido en pos de carne diferente (RVR 77 margen), significando que es totalmente contrario al orden natural que Dios ha ordenado».

¿Qué significa entonces la expresión «carne extraña»? Hay dos teorías: una intenta decir que los hombres de Sodoma y Gomorra pretendían tener relaciones sexuales con ángeles, lo cual según ellos es lo que Dios reprobó como «carne extraña» u «otra carne». Mientras que la otra, conformada por la extensa mayoría y más respetados teólogos del pasado y del presente que dan por sentado que esto se refiere a homosexualidad.

Para los que creen que «carne extraña» no es homosexualidad sino relación sexual con ángeles», debo recodarles que los habitantes de Sodoma no sabían que los visitantes de Lot eran ángeles, ellos veían hombres. Y tal era la degradación moral de estas personas que que querían conocer a estos varones (entendiendo ya la connotación sexual de «conocer» en este contexto).

Así que, aunque siempre habrá quien opine lo contrario, la Biblia es lo suficientemente clara como para declarar su rechazo a la homosexualidad, la cual es tan vieja como Matusalén.

Algunas opiniones

Es preciso destacar lo que dice A. T. Robertson, la mayor autoridad concerniente al griego de la Biblia, quien agrega que se trata de «una horrible licencia, no simplemente con mujeres ni con sus esposas o en otras naciones, sino incluso en usos innaturales (Ro. 1:27) que se describen con la misma palabra «sodomía» (Gn. 19:4–11)».

El Nuevo comentario bíblico siglo veintiuno es claro en este punto cuando dice que los sodomitas «se permitieron inmoralidad sexual y fueron por caminos carnales extraños».

Esto es comprobable con las mejores traducciones de la Biblia, unas que simplemente dicen lo que dice el texto, «carne extraña», y otras la realidad a la que refiere. Por ejemplo, la Biblia Textual dice «vicios contra naturaleza». La Biblia Kadosh agrega «cometieron pecados sexuales y perversión». Y en la Biblia de las Américas dice «se corrompieron y siguieron carne extraña».

También, la Biblia de Jerusalén dice «carne diferente»; la Biblia al día dice «toda clase de pasiones desenfrenadas (entre ellas el concúbito entre varones)». En la Nueva Traducción Viviente leemos: «estaban llenas de inmoralidad y de toda clase de perversión sexual». La Nueva Versión Internacional vierte «inmoralidad sexual y vicios contra la naturaleza». Y La palabra de Dios para Todos dice «cometieron inmoralidades y perversiones sexuales».

No hay mucho que argumentar en contra de esto cuando las mejores voces al respecto hallan unanimidad, no sólo de ahora sino desde siempre.

¿Y en Ezequiel no dice otra cosa?

En el libro del profeta Ezequiel hay una mención de Sodoma y Gomorra de la que algunos han echado mano para tratar de explicar el asunto. El pasaje en cuestión dice:

«Mira, este fue el delito de tu hermana Sodoma: soberbia, hartura de pan, y gran ociosidad tuvieron ella y sus hijas, pero no extendió la mano al pobre y al menesteroso. Se ensoberbecieron delante de mí, y cometieron abominaciones, por lo que las quité de en medio en cuanto lo vi.» (Ez 16:49)

Los defensores de la homosexualidad suelen basar sus argumentos en este pasaje porque pueden alegar que la homosexualidad no está presente aquí, y en consecuencia no estaría presente en el pasaje de Génesis 19 que estudiamos anteriormente. Pero ya hemos visto que sí se juzgó la homosexualidad en Sodoma, así que se equivocan.

Además de ello, hay dos palabras que sobresalen aquí: «ensoberbecieron» y «abominaciones». Estas palabras corresponden a los términos hebreos «gaváh» (que significa ser altivo, enaltecerse, llenarse de soberbia o sublevarse); y «toebá» (que significa repugnante, asqueroso, o abominable). Este relato nos indica que lo que pareció iniciarse con algo inofensivo (como lo dice la Reina Valera 1960 «soberbia, saciedad de pan, y abundancia de ociosidad»), terminó en algo repugnante o abominable, siendo rebeldes, altivos, y que no les importó ir más allá.

¿Algún otro problema?

El problema de Sodoma y Gomorra no era sólo la homosexualidad. Su perversión sexual era sólo uno de los delitos, aparte de la soberbia, saciedad de pan y abundancia de ociosidad. Para Norman Geisler hay relación directa entre la homosexualidad y los demás pecados señalados aquí, cuando dice en su libro Respuestas a las Sectas que «el pecado del egoísmo relatado por Ezequiel no excluye el pecado de homosexualidad», antes de decirnos que la homosexualidad es también una forma de egoísmo.

Hay una palabra muy fuerte en este pasaje que aparte de llamar la atención, ha sido mal interpretada por los defensores de la homosexualidad. Es la palabra abominación, del hebreo toevah. Norman Geisler habla de ella breve y claramente:

«El versículo que sigue (Ez 16:50) indica que su pecado era sexual, llamándolo «abominación». Esa es la misma palabra que se emplea para describir los pecados homosexuales en Levítico 18:22.»

Esta palabra es lo suficientemente fuerte como para dar a expresar cuánto detesta Dios las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. Y aun así ha sido malinterpretada por muchos, encajonándola como sinónimo de «tabú», o «impureza ritual», términos totalmente alejados de la verdad.

Además, esta palabra tiene un asidero contra la homosexualidad en Levíticos 18:22 donde dice: «No te echarás con varón como con mujer; es abominación.» O, como lo vierte la NTV: «No practiques la homosexualidad, al tener relaciones sexuales con un hombre como si fuera una mujer. Es un pecado detestable.» También la vemos en Levítico 20:13 al decir: «Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre.»

¿Qué dicen los pro-homosexualismo?

Entre los argumentos que suelen dar los homosexuales para evadir la responsabilidad de la verdad en este pasaje, dicen que Levíticos es un manual del ritualismo de los sacerdotes, de ahí que enseñan que toevah no significa abominación sino impureza relacionada con los ritos de los judíos, lo que haría a la homosexualidad aceptable para nuestros días. Otros agregan que se trata de una prohibición exclusiva para los judíos.

Tales enseñanzas son tan abominables como el acto mismo de la homosexualidad.

  • Primero: es falso que el libro de Levíticos sea un manual para sacerdotes.
  • Segundo: es falso que el texto se refiera a leyes o rituales ceremoniales inherentes a sacerdotes.
  • Tercero, es falso que la palabra sólo tenga que ver con la idolatría y la prostitución cúltica, y es falso que se trate de una prohibición exclusiva para los judíos.

Hay tres grandes divisiones en el libro de Levíticos: un conjunto de leyes civiles, otro conjunto de leyes ceremoniales, y finalmente las leyes morales.

¿Qué es «toevah»?

El término toevah significa abominación, abominable o detestable. Si a Dios le es detestable la idolatría, entonces toevah. Si a Dios le es detestable la falta de ética, entonces es toevah. ¿Un ejemplo? En Proverbios 6:16-19 dice:

«Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma:
Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente, el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal, el testigo falso que habla mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos.»

Aquí se usa la palabra toevah para hablar de algunas cosas que Dios aborrece, y fíjese que ninguna tiene nada que ver con la idolatría ni con asuntos inherentes al culto judío, ni tampoco son asuntos que Dios sólo haya prohibido a los judíos, pues esta palabra no se limita a leyes ceremoniales ni a asuntos étnicos o culturales, como mal enseñan los pro homosexuales.

Palabras duras contra el homosexualismo

Volviendo al libro de la ley y refutando a los homosexuales, fíjese que en Levítico 20:13 el tema de la homosexualidad no sigue a la lista de leyes acerca del culto o la idolatría (como para darle crédito al argumento pro gay), sino que está enmarcada en la lista que corresponde a los pecados sexuales, como es el adulterio, entre otros (véase los versos 10-18).

Y acerca de Levítico 18, hay un fuerte argumento que elimina toda posibilidad de que sea una prohibición exclusiva a los judíos, o inherente a cuestiones inherentes al culto o a la idolatría.

Dios dice que por estos motivos que acaba de enumerar en Levítico 18 (entre ellos la homosexualidad) ha juzgado a otras naciones, y exhorta a los judíos a vivir conforme a este ejemplo (tal como nos dice a nosotros en Judas 1:7). Es decir, el mismo contexto nos dice que se trata de leyes absolutas, morales, por las que Dios no solamente juzga a los judíos sino a los habitantes de cualquier nación por tales actos que Él repudia. El texto dice:

«En ninguna de estas cosas os amancillaréis; pues en todas estas cosas se han corrompido las naciones que yo echo de delante de vosotros, y la tierra fue contaminada; y yo visité su maldad sobre ella, y la tierra vomitó sus moradores. Guardad, pues, vosotros mis estatutos y mis ordenanzas, y no hagáis ninguna de estas abominaciones, ni el natural ni el extranjero que mora entre vosotros (porque todas estas abominaciones hicieron los hombres de aquella tierra que fueron antes de vosotros, y la tierra fue contaminada); no sea que la tierra os vomite por haberla contaminado, como vomitó a la nación que la habitó antes de vosotros. Porque cualquiera que hiciere alguna de todas estas abominaciones, las personas que las hicieren serán cortadas de entre su pueblo. Guardad, pues, mi ordenanza, no haciendo las costumbres abominables que practicaron antes de vosotros, y no os contaminéis en ellas. Yo Jehová vuestro Dios.» (Lev 18:24-30).

Con este texto queda refutado el intento de vincular la prohibición de Levítico únicamente al pueblo de Israel, al culto ju de los judíos o a leyes derogadas por los pactos de Dios.

No hay nada en la Biblia que sugiera que Dios aprueba las relaciones entre homosexuales. Si usted revisa las relaciones entre pareja que existen en la Biblia, todas, desde las más amorosas, románticas o sexuales son entre un hombre y una mujer. No hay nada que indique lo contrario a menos que se quiera negar la clara ordenanza bíblica.

Aunque la voluntad y el diseño de Dios es conocido, Dios da libertad al ser humano. En esta libertad algunos deciden corromperse hasta los extremos de la homosexualidad. Para ellos, dice la Biblia en Romanos 1:26

«Por esa razón, Dios los abandonó a sus pasiones vergonzosas. Aun las mujeres se rebelaron contra la forma natural de tener relaciones sexuales y, en cambio, dieron rienda suelta al sexo unas con otras».

Y así, no perdamos de vista que lo que Judas trata de decirnos es que tengamos en cuenta ese ejemplo en el que los sodomitas recibieron el fin por su extravío. William Barclay atina cuando agrega:

«Así pues, Judas les recuerda a estos malvados el destino de aquellos que en los tiempos pasados desafiaron la ley moral de Dios. Es razonable suponer que los que Judas denuncia también habían descendido a la sodomía, y estaban pervirtiendo la gracia de Dios para justificarla. Judas insiste en que deberían recordar que el pecado y el juicio van de la mano, y deberían arrepentirse antes que fuera demasiado tarde.»

Que el Señor le bendiga.

Acerca del Autor

Juan Valles
Juan Valles
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Teólogo en formación, predicador del evangelio; apasionado por la apologética y la doctrina cristiana; se dedica al estudio de sectas y movimientos religiosos. Está casado y reside en Caracas.

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